Este 1 de Mayo no es uno más en Castro, este año es especial porque desde los colectivos convocantes hemos recuperado un día de lucha obrera que nunca debería haberse perdido. Los recortes que estamos sufriendo no son algo nuevo, llevamos años viendo cómo poco a poco se han ido recortando diferentes derechos laborales y sociales, y cómo esto nunca habría podido ser posible sin la complicidad de los sucesivos partidos gobernantes y de la estrategia de pactos de las cúpulas sindicales, las cuales han ido haciendo el trabajo sucio al capitalismo representado por la patrona, presentando las diferentes pérdidas como un mal menor.
En los últimos años ya no consideran tan necesario el poner paños calientes. Con la excusa de la crisis capitalista, de la cual los únicos responsables son la patronal y sus cómplices estatales, los recortes a los derechos laborales no han hecho más que acelerarse. Con un paro, que va ya por los 6 millones de trabajadoras y trabajadores, intentan justificar el total desmantelamiento y venta de cualquier servicio social. La lógica capitalista no entiende de derechos laborales, ni de escuelas y hospitales, ni de sistemas públicos de pensiones. Todo tiene que ser para su lucro.
La desregularización de las relaciones laborales está avanzando a pasos agigantados, intentando dejar a los trabajadores y trabajadoras a merced de los intereses explotadores de la patronal. No contentos con esto, los gobiernos han emprendido el camino de la destrucción del sistema público de pensiones mediante continuas reformas que lo han ido descapitalizando y buscando su quiebra, para justificar su lenta desaparición. La especulación no ha terminado, simplemente ha cambiado de objetivos. Da igual que hablemos de preservar la naturaleza, la cultura o de la vida de las personas, aquí no se salva nadie ni nada que pueda servir para seguir engordando sus bolsillos. En Castro vivimos un reflejo de todo esto, con el paro sin parar de crecer, la privatización del Centro de Día, el desmantelamiento de la Banda de Música, el despilfarro de recursos municipales para satisfacer paranoias del concejal de turno, el reparto del empleo municipal sin atender la lucha contra la exclusión social, y un largo etcétera que no hace más que agravar de forma cómplice la ya de por sí difícil situación en la que vivimos.
No dejemos que nos engañen. Todos los derechos que tenemos hoy en día, absolutamente todos, se han conseguido mediante la lucha. Y la única forma de defenderlos es la lucha. No hay atajos ni soluciones mágicas: pelar por un mundo mejor y por el reparto del trabajo y de la riqueza es el único camino. Por todo esto los colectivos convocantes os animamos a no parar hasta ganar. ¡Viva la lucha de la clase obrera!