Es de suponer que estas ratas, son las mismas, o del mismo color que las ratas que en otras ocasiones han protagonizado sucesos similares.
Como es habitual en estos miserables, esta agresión a la memoria y a la dignidad humana, ha destacado por su gran “creatividad” y “profundidad intelectual”; Han pintarrajeado con spray rojo allí donde había morado. Han intentado tapar con trazos torpes, apresurados y nerviosos, generosas palabras que hablan de paz, justicia y reconciliación. En definitiva, una ejemplar por valiente, expresión artística, cercana a la genialidad.
Curiosamente, en esas mismas fechas, se ha presentado en Camargo, un partido político, que aunque se autodenomina Democracia Nacional, tienen más bien poquito de demócratas y demasiado de nacionales, en el peor sentido del termino nación (si es que el termino nación puede tener sentidos mejores o peores).
Desde luego, con esto no se quiere decir, que dicho partido tenga nada que ver con el insulto a la inteligencia cometido en el monumento… ¡ni mucho menos!. Más bien, se debe tratar de una de esas casualidades con que la vida nos sorprende en ocasiones.
Seguramente, estos grandes luchadores por la democracia, como son los miembros de DN, se estarán secando las lágrimas con sus enormes y pomposas banderas nacionales, y rasgándose sus nuevas camisas azules, ante semejante cobardía.
En CNT, en cambio, a estas alturas, no hemos llorado, ni nos hemos rasgado nada. Después de cien años de lucha continuada por la libertad y contra su mayor enemigo, el fascismo, sabemos por propia experiencia, que a la ignorancia se la combate leyendo, y que la rabia termina con la muerte del perro.
Por eso, ante estos sucesos, nos mantenemos serenos, indignados por la parte que nos toca en cuanto al sacrificio y la sangre vertida por los nuestros, en defensa de la libertad é indirectamente por aquel régimen republicano, pero serenos.
Queremos recordar a dichos “artistas”, y a aquellos que los respaldan y aplauden, que al contrario de otras organizaciones de la lucha antifascista de aquellos años, en CNT nunca hemos abogado ni por la reconciliación, ni por la connivencia, ni por el perdón a los enemigos del pueblo. Ni ayer, ni hoy, ni nunca.
No creemos en la venganza, pero sí en la JUSTICIA. Creemos y luchamos cada día por ella, de una manera que jamás podrán comprender, estos recalcitrantes seguidores de la muerte. Somos pacientes, pero obstinados; y que tengan por seguro aquellos que atacan a nuestra memoria, o a cualquiera de los nuestros, que la CNT no olvida ni perdona, y que como ellos, mejor que nadie, deberían saber, no nos temblará el pulso.
¡Viva el comunismo libertario!
Secretaría de prensa y propaganda.