Las fórmulas organizativas desarrolladas en estas movilizaciones evidencian la viabilidad de la participación directa por medio de asambleas para la toma de decisiones que canalicen nuestras aspiraciones y reivindicaciones y nos hacen superar el individualismo. Haciéndonos protagonistas y no espectadores/as de un sistema basado en el delegacionismo y la representatividad, que anula nuestra individualidad. Asambleas, turnos de palabra, comisiones de trabajo, responsabilidad, capacidad, organización, autogestión, coordinación, implicación y visibilización, son los dientes colectivos que mueven este engranaje, capaz de desafiar a las instituciones y provocar una expectación y un debate público que ha eclipsado la campaña electoral y los recurrentes contenidos de la prensa nacional e internacional.
La desobediencia es el elemento fundamental que ha caracterizado desde el pasado día 15, todas las movilizaciones y expresiones de protesta. Retando y desafiando una vez más, la represión y los intentos de frenar las acampadas desde las diferentes delegaciones de gobierno y Juntas Electorales. Fortaleciendo aún más, la participación, la implicación y la toma de conciencia de la necesidad de organizarnos. Un pulso colectivo que demuestra nuestra arrolladora fuerza cuando nos asociamos y decidimos no cejar en nuestras reivindicaciones. Un latido en nuestros corazones que bombea un despertar de conciencias que nos hace reaccionar, extender la movilización, la solidaridad y la superación del miedo como elemento neutralizador de la lucha.
Cualquier noche puede salir el Sol y en la céntrica plaza madrileña llevamos una semana esquivando el ocaso; materializando desde la práctica, que no sólo es posible sino necesario el asociarse, unirse y luchar para cambiar nuestro presente más inmediato y trazar desde la autoorganización los pilares de una sociedad sin poderes, desigualdades, represión y delegacionismo. El 22 de mayo, con más conciencia y visibilización que nunca, respondamos con la abstención, porque nosotros/as mismos/as nos hemos demostrado que la clase política ni nos representa ni la necesitamos.
Desde CNT continuamos participando y llamando a la movilización permanente y a la lucha, como medio para resolver los problemas en cualquier ámbito de nuestras vidas.
Sigamos construyendo a la vez que desobedeciendo. ¡La protesta continúa!
¡De noche como de día la lucha también es mía!
Secretaría de Acción Social del SP del Comité Confederal- CNT