Candemat, una empresa ubicada en el Polígono de La Cerrada de Maliaño y dedicada a la matriceria.
Candemat, una empresa que ha dejado en la calle a 70 trabajadores.
Para desgracia de los trabajadores que han echado a la calle, aquellos que se han quedado en activo, y las personas que nos solidarizamos con su causa, en Candemat han confluido todos los espectros parásitos de esta sociedad, para terminar decidiendo sobre el futuro de 70 trabajadores que ahora se ven en la calle.
Por un lado los dueños de la compañía con el director general de la firma, Santiago Agirregoikoa a la cabeza. Argumentan para el despido de 70 trabajadores, los trabajos perdidos que mantenían con firmas del sector y futuros contratos. Aunque no hablan de la cantidad de millones que tan cortésmente les ha ido facilitando durante años la administración cantabra. Además de la nula gestión de estas cantidades y el desinterés por mantener el negocio en alza sin ayuda de nuestros impuestos.
Parece ser que está de moda, y pretenden que socialmente sea visto con buenos ojos, que las empresas reciban ayudas del dinero público por mantener puestos de trabajos, sin que olvidemos que facturan cientos y miles de millones, y cuando esas cantidades se reducen, aún obteniendo beneficios, el E.R.E.(expediente de regulación de empleo), nuevo sistema creado por la Patronal y el gobierno para despedir a los trabajadores impunemente, les ampara.
Otros participes del despido de estos 70 trabajadores. Personas como la vicepresidenta cántabra y consejera de Empleo y Bienestar Social, Lola Gorostiaga, que tras observar lo sucedido como espectadora de aquellos que se juegan su pan, ha zanjado lo ocurrido con una frase que demuestra el interés que suscita para ella los trabajadores de Candemat: el Gobierno ha hecho lo que ha podido. Y para indignación de las personas que ahora se ven en la calle, el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, afirma textualmente: lamentó que los problemas laborales en Candemat no hayan podido solucionarse por la vía del diálogo y hayan concluido con el despido de 70 trabajadores, pero al mismo tiempo lanzó un mensaje de optimismo porque, al margen de situaciones concretas como ésta, los empresarios tienen confianza y la industria cántabra va muy bien.
Rabia e indignación, impotencia y ánimos de radicalizar la lucha, es a lo que incita las palabras de estas personalidades del pasatiempo público, la política.
Para concluir con la paciencia de todo aquel que ha sufrido o conoce y comprende la situación de los trabajadores despedidos. Los sindicatos CCOO, USO y UGT, aquellos que viven de mediar sobre los problemas que afectan a los trabajadores sin permitir que los propios afectados decidan sobre su vida, recibiendo subvenciones millonarias por parte del estado, a cambio de no mostrar jamás una actitud contestataria y apaciguar la lucha de los trabajadores a través de sus delegados sindicales a sueldo. Expresan la disposición del sindicato a negociar y a buscar alternativas tras los despidos (palabras textuales del delegado de CCOO).
Ni siquiera se molestan en disimular su fracaso como sindicatos, quedando demostrado una vez más por qué y para qué reciben subvenciones millonarias por parte del estado, si no que además pretenden “buscar alternativas”, colocar parches sobre la vida de 70 parados que ahora tendrán que buscarse la vida por su cuenta.
Si hubiesen escuchado a los trabajadores cuando les pedían de modo reiterativo que organizaran movilizaciones y no se hubiesen negado argumentando que las manifestaciones sólo provocarían que el Gobierno ayudara a la empresa, y no a los trabajadores, quizás esas 70 personas hoy conservarían su puesto de trabajo. Y no tendrían que incomodar su más que merecido descanso nocturno con cavilaciones sobre llevar un plato a la mesa donde lo esperan sus hijos.
Los dueños de Candemat, Lola Gorostiaga, Ángel Agudo y el séquito político. CCOO, UGT Y USO, continuaran levantándose todas las mañanas conservando sus puestos de aquello que ellos llaman trabajo, a costa de hoy los 70 trabajadores de Candemat, y los pasados, presentes y futuros trabajadores.
En CNT no aceptamos que se juegue con la vida de ningún trabajador, por ello no recibimos subvenciones del estado ni tenemos liberados sindicales, porque creemos queSI NADIE TRABAJA POR TI, QUE NADIE DECIDA POR TI.
El siguiente paso debe darlo uno mismo.
Fotografías extraídas de «El Diario Montañes»