Parte de los gerifaltes mundiales se queja de que la otra parte (la ausente) son unos faltones. Pues no van y se comprometen los 8 más grandes (también conocidos como G8) a donar 6.400 millones de dólares para reforzar a la FAO hace un año y luego donde dije digo, digo Diego. Pero resulta que los agricultores que se han manifestado en Madrid el 21 de noviembre no piden que les den dinero sino que les paguen un precio justo. Entonces ¿para qué se reúnen en Roma tropecientos delegados y jefes de estado, con sus séquitos respectivos? ¿Habrán quedado a comer?
Y es que el tema de la comida está muy mal. Que lo dice mi abuelo: hoy le pagarían el cereal al precio de hace 15 años, cuando se jubiló. Mientras que el pan ha pasado de 100 ptas a 1 euro. -Te cambio dos ceros por 60 pesetas. -Chachi. Si es que los del tocomocho son unos aficionados, habría que mandarles a Bruselas a hacer un máster, que con los nuevos planes de Bolonia les va a facultar para robar a diestro y siniestro, de Norte a Sur, -Todo homologado, oiga.
¿Y qué decir de Conpenhague? No habían llegado los jefazos y ya se sabía el resultado: empate a 0. Los más gordos: China y EEUU no se cansan de comer y han dicho que no paran hasta reventar. El problema es que, contra El sentido de la vida, nos van a llevar a todos por delante. Capitalismo de estado (comunismo lo llaman equivocadamente) y capitalismo privado, tanto monta, monta… Monta se cabrea y a tomar por saco el jinete.
–Mama, ¿qué le pasa al papa, que se ha quedao tó pálido? Tanta fumata, tanta fumata, si es que te lo tengo dicho, que te levantes del sofa y vayas a la calle a dar la cara por tu familia, ¡gañán!. ¿Se podría recriminar lo mismo al otro Papa, el Capital? Al fin y al cabo han sido muchos papas los que han salido ha manifestarse últimamente. Hay unos: de los que hablamos ya aquí el mes pasado, con el jersey rojo sobre los hombros y manoseando a sus hijos en público; y otros: desarrapados, los que aparecen en portada y páginas interiores de este periódico. Éstos no salen en la tele, ni se les escucha en la radio, tan sólo tienen un cachito en internet y periodicuchos como éste. Pero esos padres y madres, desde Andalucía hasta Euskadi, de Galicia a Baleares, son los que van a levantar el país, no trabajando para que otros se enriquezcan, olvídense, ahora están en el paro. El país se va a levantar para que ZP se meta por donde le quepa la paz social que tanto agradece a CCOO y UGT. Para que Díaz Ferrán -que ha pasado de patrono mayor del Reino a rey de los malandrines- pague de una vez a sus trabajadores (se le clava a uno en el corazón su sonrisa canallesca mientras niega los impagos en sus empresas). Para que acabe este crecimiento económico desenfrenado que repercute sólo en unos pocos mientras nos tragamos la mayoría sus residuos, polución y catástrofes. Para que las mamás y los papás puedas criar a sus hijos en paz, sin un soldado en la puerta, bayoneta y falo en riste. Ya está bien, oiga, tanta paz social ni ocho cuartos. No te amuela…
¿Qué les pasa a la mama y al papa, que han salido disparados con la bandera rojinegra en la mano?