El pasado mes de Agosto el gobierno local de Torrelavega del PSOE decretó, bajar un cinco por ciento del sueldo a los funcionarios y a la plantilla del centro especial de empleo: SERCA, los cuales no están catalogados como funcionarios, pero dependen de un patronato del ayuntamiento de Torrelavega.
Los partidos de la oposición de la corporación municipal PP, PRC y ACPT decidieron posicionarse a favor de las demandas de los trabajadores. En el caso del PP, la número 2 de dicho partido María Luisa Peón firmó que estaba de acuerdo con los trabajadores. Cuando se enteró, el cabeza de lista del PP: Ildefonso Calderón anuló el apoyo de dicho partido a los trabajadores en previsión de que si el PP ganaba las elecciones municipales, eludir ese compromiso, puesto que el PP lo había firmado.
Aquí es donde se demuestra la flagrante contradicción de un partido que se define democrático pero que en su ámbito interno funciona como un cuartel militar, que el jefe superior anula lo que deciden sus subordinados y prevalece su decisión, recordando aquellos tiempos, en que sus antesesores políticos hacían lo mismo.