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Cartas enviadas y publicadas en los diarios «El Mundo » y «Alerta» .

SOBRE LIBERADOS SINDICALES Y SUBVENCIONES.

En los últimos tiempos hemos sabido que el gobierno balear tenía intención de suspender el Acuerdo de Acción Sindical que había firmado para su ámbito territorial. Ello quiere decir que acabará con los liberados sindicales institucionales y cerrará los locales usados por varios sindicatos, pero cuyo alquiler corre a cargo del gobierno autonómico. Igualmente, tiene intención , al parecer, de eliminar las subvenciones a esos entes.

Con posterioridad a ello, alguna otra Comunidad Autónoma ha tomado el mismo camino, y adoptará medidas similares; y, por último, hemos sabido no hace mucho que el gobierno cántabro se plantea disminuir las ayudas a sindicatos y patronal.

Aplaudo, desde luego, tales proyectos, aunque se quedan muy cortos, ya que se trata, parece ser, de acabar únicamente con los liberados institucionales (es decir, con aquellos que la Administración concede graciosamente a los sindicatos, para tenerles aún más controlados), y no con los liberados en general, que es lo que debería hacerse y lo que la Confederación Nacional del Trabajo viene reclamando desde hace décadas; en concreto, desde que se celebraron las primeras elecciones sindicales.

Hay organizaciones autodenominadas sindicales que afirman no recibir subvenciones, como lo ha hecho la USO repetidamente; menos mal que, al menos -en un ataque de sinceridad insólito- ha reconocido, en una hoja informativa repartida en el sector de la limpieza ,de fecha 14 del pasado mes de octubre, que la USO, al igual que 80 sindicatos a nivel nacional, recibe una partida económica por la representación y el número de delegados que tiene. No es menos cierto que Comisiones Obreras y UGT han recibido alrededor de 15 millones de euros en el mismo período. Claro, y lo que le gustaría a la USO sería el conseguir tantos votos y delegados como CCOO o UGT, para poder conseguir las subvenciones que estas organizaciones reciben.

Y lo que digo de la USO puede decirse también de la CSIF, la CGT, etc., etc., etc.; y, por supuesto, de los innumerables sindicatos corporativistas o de ámbito regional o de empresa (en no pocos casos, promovidos por la propia patronal). No existen sindicatos alternativos -como ellos se autodefinen- cuando se están percibiendo subvenciones y, por lo tanto, se está viviendo a sueldo del gobierno y colaborando con él.

Lo cierto es que la única organización auténticamente sindical es la Confederación Nacional del Trabajo de España, la histórica CNT, la organización genuinamente obrera que consiguió la jornada de 8 horas de trabajo en España, que acabó con el trabajo infantil y logró los mayores avances en el terreno económico y en el social; y todo ello sin subvenciones ni liberados.

Ya para acabar, insistir en el ferviente deseo de que la subvenciones a las organizaciones sindicales (y, por supuesto, a la patronal) desaparezcan, y que no existan cargos remunerados. Una organización sindical debe financiarse exclusivamente con las cuotas o aportaciones voluntarias de sus afiliados, y los cargos deben ser desempeñados por militantes; es decir, por quienes además de cotizar regularmente dedican una parte de su tiempo a la Organización, sin recibir nada a cambio.

Fidel Manrique Garrido

Secretario del sindicato de CNT Torrelavega.

(Ex-secretario general de la CNT de España)

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