Toda la comunidad educativa formada por el personal docente, alumnado, familias, trabajadores y trabajadoras del sector educativo (profesionales de comedor y transporte, trabajadoras de la limpieza, conserjería, etc.) viene haciendo grandes esfuerzos desde el comienzo de la pandemia, asumiendo que se trata de una situación excepcional en la que hay que adaptarse a la realidad cambiante y actuar en consecuencia.
Actuar a pesar de que la administración autonómica cántabra no estableciera un protocolo adecuado tras un verano lleno de silencios administrativos; a pesar de que han sido los centros educativos y el personal al frente de ellos quienes han debido ingeniárselas y organizar el nuevo curso con pocas o nulas directrices que les aclararan cómo hacerlo; a pesar de la falta de inversión en personal docente y equipamiento; a pesar de unos ratios de alumnado por aula desproporcionados ante la situación de emergencia sanitaria que sufrimos…como guinda del pastel (que no será la última a menos que se tomen cartas en el asunto) se cancela la semana vacacional del 2 al 8 de noviembre a dos días de comenzar.
Se pretende cancelar el período no lectivo de forma unilateral e improvisada por parte de la Consejería de Educación, sin tener en cuenta a docentes y personal del sector educativo y sin contar con el trastorno que va a suponer a las familias que han organizado las vacaciones de sus hijos e hijas, eso sin contar con todas aquellas terceras personas que contaban con trabajar (campamentos, actividades extraescolares, etc.).
Desde CNT creemos que esta medida no atiende a ningún criterio razonable y nace de la pura improvisación, es insultante para la comunidad educativa, vulnerando sus derechos y creando un terrible precedente. No podemos permitir que el estado de alarma sea garante de cualquier decisión tomada a la ligera.
Desde CNT consideramos que toda la comunidad educativa tiene que estar presente y ser parte activa en la toma de decisiones, se tienen que tomar medidas que refuercen el sector ante la situación que afronta, desde contratar a más personal a invertir en más medios, siendo como decimos la comunidad educativa la que priorice qué es lo necesario.
Ante esta última improvisación y la situación general entendemos la presión social y las movilizaciones como herramientas necesarias y justificadas cuando se vulneran las condiciones y derechos de los y las trabajadoras y del alumnado y sus familias. Por ello CNT apoya a la comunidad educativa y anima a organizarse en el plano laboral para dar una lucha sindical significativa.
