El pasado martes,16 de diciembre los Mossos por orden de la Audiencia Nacional, han realizado una operación contra el movimiento libertario. La operación ha terminado con 11 detenidos, uno de ellos un compañero de Sabadell, y el registro de la Casa de la Mutanya de Sabadell, el Ateneo Libertario de San Andrés y el Ateneo Anarquista del Poble Sec. En los registros de estos locales, los Mossos se han llevado ordenadores, teléfonos móviles y libros. También se han registrado varios domicilios, provocando diversos destrozos.
La operación ordenada por el juez Bermúdez de la Audiencia Nacional de Madrid, se ha llevado a cabo para desmantelar un supuesta organización anarquista que habría colocado varios artefactos explosivos en cajeros automáticos. En la operación no se ha anunciado la incautación de ningún tipo de artefacto explosivo: el único material que han incautado los Mossos son teléfonos móviles, ordenadores y material informático y libros.
Una vez más el sistema pone en marcha sus mecanismos de represión y manipulación mediática. Las élites económicas y políticas de esta España nuestra tienen una arraigada tradición casi obsesiva de intentar asustar a la sociedad con el “peligro anarquista”. Para ello, siempre se han valido de mentiras, engaños, montajes y falsas etiquetas. Se están empleando a fondo para convertirnos en el “enemigo público número uno”, ese que amenaza la paz social. Aunque realmente somos una amenaza porque cuestionamos sus privilegios y beneficios como clase social dominante y pretendemos erradicarlos por una cuestión de justicia social.
Sin duda, esto es un delito para ellos, y es la verdadera razón para criminalizar, reprimir e intentar aislar las ideas y valores del anarquismo.
Terrorismo organizado e institucional es la Ley Mordaza, la reforma laboral, el paro, los desahucios, la desmantelación y privatización de la sanidad, la educación y servicios públicos en general. Un nuevo intento de justificar la violación de libertades con su recién aprobada ley de seguridad ciudadana y de que miremos hacia otro lado mientras se produce el desfile de políticos corruptos camino a los juzgados.
La criminalización de los movimientos sociales empieza a tener escasa repercusión en una sociedad cansada de la manipulación mediática al servicio de gobiernos e intereses económicos, y empieza a identificar a los verdaderos culpables de la situación.
Basta ya de manipulación mediática.
No a la criminalización de los Movimientos Sociales,
No a la Ley Mordaza.