Este jueves 4 de agosto se presentaba el Festival Intercultural de las Naciones de Santander, que tendrá lugar en El Sardinero del 13 de agosto al 4 de septiembre.
Este año esta presentación ha estado rodeada de polémica debido a una propuesta de VOX, aceptada por el Gobierno de la ciudad, de reservar los espacios de la Feria a productos y negocios nacionales y de Cantabria, perdiendo así el evento todo aspecto intercultural y de muestra de diversidad gastronómica. Finalmente se dio «preferencia» a estos productos y negocios en una enmienda aprobada en el Pleno por PP, Ciudadanos y Vox. El resto de los partidos hicieron algunas críticas en el debate, pero se abstuvieron en la votación.
Podríamos debatir qué se entiende por «productos regionales o nacionales», siendo mucho más interesante en un evento que sean productos de cercanía o calidad sin excluir su «origen», pero este tipo de polémicas sobre «los de aquí» y los «de allí» ya sabemos que interesan mucho al fascismo, cuya única intención siempre es dividirnos y no aceptar la diversidad intrínseca a las ciudades y eventos culturales actuales.
Además de esta «falsa polémica» (porque en realidad cualquier local podía inscribirse en la feria) una de las cuestiones que más nos preocupa es que desde VOX se ha argumentado esta propuesta apelando a las pérdidas (de nuevo) del sector hostelero, sin nombrar jamás las enormes irregularidades que siguen protagonizando sus empresarios y que en CNT Santander conocemos sobradamente. En lugar de pedir a los hosteleros empleo digno se les siguen ofreciendo ventajas en espacios públicos sin esperar nada a cambio (o al menos cumplir las leyes laborales vigentes).
La otra cuestión que nos preocupa es que la Federación de Asociaciones de Extranjeros Residentes en Cantabria (FAERCAN sin Fronteras) ha denunciado que el Ayuntamiento este año les ha puesto muy difícil su participación (alquiler, seguro…) practicando lo que se conoce como «racismo institucional». Finalmente, si quieren participar se deberá a un «favor» del Ayuntamiento y no a unas condiciones posibles para todas las personas que quieran poner un puesto de hostelería, privilegiando y contentando así a la Patronal hostelera que puede cumplirlas y que además es «nacional», como pedía Vox. Por supuesto, estas cuestiones no afectan al stand ucraniano, instrumentalizando una vez más la realidad de este país y sus habitantes para justificar políticas y gastos militares.
De este modo, se va a celebrar una Feria de las Naciones sin presencia igualitaria (será «un favor») de las personas extranjeras residentes en la ciudad y en Cantabria, dando así una imagen monocroma de la región para darle el gusto a quienes no creen en la interculturalidad ni en el derecho de participación en condiciones de igualdad de personas extranjeras en el evento. Que hagan un desfile muy bien, que quieran ganarse la vida no podemos permitirlo.
Nos saca una sonrisa triste un artículo de última hora del diario montañés intentando zanjar la polémica y lavar la cara al ayuntamiento. Dejando caer que quizá los stands de migrantes no participan porque no cumplen con la normativa, no son profesionales o porque hay que asumir un «esfuerzo que se traduce en un gasto excepcional». Es decir, de nuevo racismo y clasismo. Racismo porque en CNT estamos cansadas de asistir al desfile de irregularidades en hostelería y a que la gente pase más años como auxiliar que en su formación escolar obligatoria, para que hablen de necesidad de profesionales y de cumplimiento de normativa. Y clasismo porque ese esfuerzo económico es justo la patada institucional a muchas organizaciones sociales.
Queremos denunciar desde CNT Santander que es con estas acciones, que parecen pequeñas, con las que se instalan visiones racistas y neocoloniales en nuestra visión del mundo; que llevan a justificar la política agresiva contras las personas extranjeras. Si las excluyes de los eventos festivos o positivos, o las permites participar con paternalismo, después podrás achacarlas todos los males actuales y los que están por venir.