La Asociación de de Pequeños y Medianos Empresarios de Cantabria o APEMECAC considera que un cartel con la imagen de una mujer en bikini para publicitar un desfile contra la pobreza infantil es «idóneo». Es más, consideran que la vinculación entre el producto «desfile contra la pobreza infantil» y la imagen «no puede ser más clara». ¿Por qué? Porque lleva bikini y estamos en verano, y como es un desfile pues una modelo y ya tal.
Por eso y porque la Dirección general de Igualdad y Mujer les ha pedido retirarlo por ser sexista incumpliendo las modificaciones a la ley general de publicidad (34/1988) hechas en el 2004 por la ley de Medidas Integrales contra la Violencia de Género. Y eso si que no, que vengan las feministas a decirnos qué podemos hacer y qué no, eso no lo admitimos.
La Dirección ha hecho su trabajo, entre otras cosas prevenir y denunciar este tipo de publicidad. No ha sido un exhabrupto gratuito para cosechar votos para quién nos haga el juego. Pero claro, ¿quién puede saber qué cuando han condenado a alguien por la procesión del Coño Insumiso? Los comportamientos franquistas siguen nadando en la impunidad y, si no, siempre están dispuestos a lanzar un órdago.
¿Qué dicen estas modificaciones?
«Artículo 3. Publicidad ilícita.
Es ilícita:
a) La publicidad que atente contra la dignidad de la persona o vulnere los valores y derechos reconocidos en la Constitución Española, especialmente a los que se refieren sus artículos 14, 18 y 20, apartado 4.
Se entenderán incluidos en la previsión anterior los anuncios que presenten a las mujeres de forma vejatoria o discriminatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento coadyuvando a generar la violencia a que se refiere la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Asimismo, se entenderá incluida en la previsión anterior cualquier forma de publicidad que coadyuve a generar violencia o discriminación en cualquiera de sus manifestaciones sobre las personas menores de edad, o fomente estereotipos de carácter sexista, racista, estético o de carácter homofóbico o transfóbico o por razones de discapacidad.»
¿Una modelo posando en bikini no es un comportamiento estereotipado? Sí, pero bueno, salvémoslo porque se trata de publicidad de uno de los establecimientos, dedicado a la reparación y costura de lencería. De acuerdo, pero ¿cuál es la relación entre esta modelo posando en bikini y la pobreza infantil? El verano, el «calorsito», claro que sí. Consideran que no es vejatorio porque es un traje de baño «de una sola pieza» y por lo tanto no es «sexualmente sugerente». Además entienden ese juicio como «paternalista» y «subjetivo».
Bueno, toda la justificación, especialmente aquello de «una sola pieza» es un autentico ejercicio dialéctico, bastante pobre, por cierto. Señores, la publicidad sobre lencería tiende a ser sexualmente sugerente, si bien se podría investigar otras formas de publicitarla. Lo grave es utilizarla para una campaña contra la pobreza infantil. Con usar una imagen que tenga algo que ver se ahorran miles de explicaciones.
Llama la atención que siendo la APEMECAC una Asociación integrada a su vez por otras asociaciones de comerciantes no hayan encontrado otra empresa con una imagen más cercana a la infancia, al trabajo social o a la pobreza que una chica en bikini. Llama aun más la atención que de entre todas las personas que forman parte de la Asociación nadie se preguntara «¿oye y no nos dirán nada por el cartel este? No, porque el empresario sabe, hace y ejecuta y, si le señalan, llora. Y no hay nada mejor para publicitarse en este país que ser empresario y decir que te señalan y te persiguen.
Lo grave es que lejos de dar un paso atrás, se reafirman en sus justificaciones y solicitan la «rectificación» de la Dirección de Igualdad y Mujer respecto a todas sus comunicaciones y declaraciones a este respecto.
Y es esto: ese empeño por «no arrugarse», no echarse atrás y no dudar en lo que se demuestran claramente machistas. Ese hambre de vanguardia, irresponsabilidad, irreverencia y victimismo se contrapone a la necesidad de aprender y construir espacios más vivibles y democráticos. Son valores que promulga la extrema derecha, ¿a alguien le extraña a estas alturas que el empresariado los asuma como suyos? No es el cartel, si no todo lo que genera el que alguien les diga «esto es ilegal». Es la paradoja ultraderechista, en la que se consideran intocables y a la vez ninguneados. Constitucionalistas y contrarios al estado de autonomías. Defensores de la ley, salvo cuando va contra ellos. Viven en la paradoja facha.
De la Asociación se sabe poco, ya que sólo tienen una página web que funciona como un tríptico de presentación y una página en facebook. Pero en esa página dicen algo interesante: «APEMECAC está integrada por varios colectivos […] teniendo la posibilidad de negociar y pactar de una forma fluida las necesidades del sector empresarial.»
Esta es la clave, ellos se organizan para «negociar y pactar» sus necesidades como empresario ¿y tú? La clase obrera puede y debe organizarse para «negociar y pactar», es más, para conquistar sus necesidades. No te enfrentes a ellos sola, afíliate.