Nota de prensa de la huelga feminista de Cantabria

 

Cantabria se suma a la huelga feminista del 8 de marzo.

 

  • •El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el movimiento feminista convoca una huelga de 24 horas para todas las mujeres en el ámbito nacional e internacional.
  • •Esta huelga no se limita solo al aspecto laboral, espacio en el que normalmente se ejerce este derecho, sino que extiende su impacto a los cuidados, el consumo y el ámbito estudiantil.

  • •Esta acción global, primera de este estilo y envergadura que se realiza a nivel mundial, recoge el testigo del paro llevado a cabo el año pasado en Argentina y en diversos países de América Latina, y pretende visibilizar la desigualdad y la violencia que hoy se sigue ejerciendo sobre las mujeres.

     

Tras varios meses de trabajo y después de la presentación oficial de esta propuesta en Zaragoza en el II Encuentro Feminista que se celebró en enero, desde en Cantabria se han puesto en marcha las denominadas Asambleas abiertas feministas que están trabajando de forma coordinada acciones previas al 8 de marzo pero también para ese día. Charlas, mesas informativas, espacios de debate, fiestas y acciones de calle intentarán llevar a diferentes puntos del territorio las reivindicaciones que se plantean a nivel global pero también las problemáticas que afectan de una manera específica a Cantabria.

 

Hablar de desigualdad laboral es hablar de brecha salarial, de diferenciación en los tipos de contrato o de feminización de empleos con remuneraciones más precarias. Los puestos de trabajo a los que suelen acceder muchas mujeres están marcados por la temporalidad, la incertidumbre, los bajos salarios y las jornadas parciales no deseadas. Si nos centramos en Cantabria, datos recientes muestran una brecha salarial de entre un 28,9% y un 34% de salario inferior para las mujeres. Esto puede suponer hasta 5477€ menos que los hombres al año. Ellas también ocupan el 64% de los empleos peor remunerados y copan el 78% de los contratos a tiempo parcial, indicadores que profundizan en la pobreza, la desigualdad y la dependencia.

 

Las mujeres desempleadas o pensionistas también sufren las consecuencias de un sistema discriminatorio. Por ejemplo, 6 de cada 10 paradas no recibe prestación y la media de las pensiones para ellas es de 727 euros al mes frente a los 1233 que cobran de media los hombres. Esa discriminación también se percibe en la feminización de trabajos desempeñados por mujeres como el de empleadas de hogar, auxiliares de clínica o enfermería, camareras de piso o Kellys. A menudo son menos valorados económicamente a pesar de su alto valor social.

 

Pero esta huelga pretende trascender lo laboral y por eso hace reivindicaciones también sobre todo lo que abarcan los cuidados. Tanto en el espacio doméstico, como en la crianza o en las profesiones que suponen “cuidar”, el peso mayor de la responsabilidad sigue recayendo sobre las mujeres. Trabajos gratuitos o fuertemente precarizados que no obtienen ni un reconocimiento ni una dotación de recursos imprescindible para su desarrollo y que además se encuentran con políticas de recortes (sanitarios, educación, servicios sociales) que limitan aun más su desempeño. Por ejemplo, en 2016, del total de personas que manifestaron estar ocupadas a tiempo parcial debido al cuidado de niños, niñas o personas adultas enfermas, incapacitadas o mayores, un 96,04% eran mujeres. Los usos del tiempo para las tareas domésticas siguen siendo superiores en las mujeres con una media de 4,29 horas de dedicación frente a las 2,27 horas que dedican los hombres (dentro de un marco de convivencia de una pareja heterosexual).

 

Con el doble objetivo de mostrar que somos las mujeres las que mantenemos gran parte de la maquinaria actual de consumo, y la necesidad de generar formas alternativas, se llama también a una huelga en este aspecto. Durante la jornada del 8 de marzo, pero con una invitación a un consumo responsable durante todo el mes, se pretenden construir estrategias que respeten los derechos y las vidas de las mujeres.

 

La huelga estudiantil hará un llamado a parar esa jornada en institutos y la Universidad de Cantabria. El sistema educativo es el principal espacio de socialización en el que se reproduce el actual sistema capitalista y patriarcal y está muy lejos de ser un espacio en el que se crece en equidad e igualdad social. Desde la difusión de estereotipos, hasta la invisibilización de referentes femeninos en los manuales, las etapas previas a la universidad reproducen roles que siguen sometiendo a las mujeres. Llegar a los estudios superiores demuestra en la actualidad que es un espacio accesible, pero no es difícil ver la división sexual a la hora de elegir una carrera o el techo de cristal a la hora de promocionar. En la Universidad de Cantabria, solo el 11,95% de los catedráticos son mujeres, una de las tasas más bajas a nivel estatal.

 

Desde las Asambleas abiertas feministas de Cantabria y con la complicidad de diversos colectivos que apoyan la propuesta, el próximo 8 de marzo se invita a tomar parte en una huelga general feminista educativa, laboral, de cuidados y de consumo que demuestre en la práctica la consigna de que “Si nosotras paramos se para el mundo”. Previamente se desarrollaran diversas actividades como la presentación oficial de la huelga que tendrá lugar el próximo domingo 25 de febrero a partir de las 12h en un “Guateque feminista” en L´Asubiu (Plazoleta de Marqués de la Hermida), y que contará con pinchos, bebidas y sesiones musicales de Djs mujeres

 


Asambleas abiertas feministas de Cantabria

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FB @HuelgaFeministaCantabria

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