Que nazca noviembre

Huele a otoño, a castañas asadas, cafés lentos y gotas de lluvia calando la ropa, a chimeneas prendidas cuando el frío aprieta y llega la noche.

El calendario marca octubre de 2025, y en las calles se agolpa el fascismo. Se ondean banderas que escupen odio, muerte y momentos amargos, entre sonrisas burlonas y provocaciones directas. Buscan la confrontación, y con su adoctrinamiento oscuro a las mentes inertes y a los jóvenes que no conocen la historia acontecida, pretenden ganar la partida para subyugarnos de nuevo.
Quieren reabrir viejas heridas, lo que olvidan es que para nosotras nunca se cerraron y siguen latentes bajo nuestra piel.

Los gritos libertarios resuenan en frente, no estamos dispuestas a que vuelvan a pasar otra vez. La rabia y la tristeza nos abrazan al ver que no hemos evolucionado casi nada, pero también late en nuestro recuerdo el coraje de las personas que dieron su vida por defender la igualdad y la libertad. Vuelven a la memoria las personas que fueron asesinadas por sus valores, por sus ideales, por aspirar a un mundo mejor. Un mundo nuevo.

Noviembre es recordar a Buenaventura Durruti y ese mundo nuevo con el que soñaba y por el que trabajó, por el que murió. Ahora más que nunca necesitamos que su espíritu nos acaricie el alma, nos empape y nos despierte del letargo. Como sociedad, quizá, llevamos mucho tiempo dormida. Demasiada apatía, demasiada individualidad, demasiado falso bienestar.

Que nazca noviembre y vibren alto la solidaridad entre personas hermanas, la esperanza de un cambio real y la resistencia, que la lucha en las calles haga temblar los cimientos de quienes nos quieren en silencio y aterrorizadas. Tenemos el deber de armarnos con la palabra, encenderla y hacerla volar, enseñar la historia, abrir las mentes, confraternizar, no callarnos más.
Es hora de recorrer las calles, crear red, ocuparlas, de desenterrar la memoria histórica, romper el silencio impuesto y hacerles retroceder. No dar ni un paso atrás.

Porque como él dijo: Al fascismo no se le discute, se le destruye.

Debemos luchar todas juntas. No darles tregua ninguna. Si titubeamos volverán a correr ríos de oscuridad por todas las esquinas. Y el cielo será negro, muy negro.

La sangre derramada en los campos, las cunetas y las tapias de los cementerios ha de latir con fuerza en nuestras venas y sobrevolar el cielo.
Debemos sembrar nuevas flores que agrieten el asfalto, que crezcan fuertes y valientes, que llenen de luz el mundo y partan en dos la oscuridad.

Que noviembre nazca y nos despierte.

¡Vuela, espíritu Durruti!
Salud y libertad.
Rebeca Bañuelos.

Este bello texto de la compañera Rebeca nos sirve para introducir las próximas jornadas y actividades de noviembre bajo el nombre «Otoño cultural: Memoria Libertaria y Antifascista». ¡Os iremos informando!